martes, 15 de mayo de 2012

Lo que queda

Se esfuma la inocencia al amanecer de noche, cuando madre se sienta en la mecedora a hacer números en libretas de papel cuadriculado, y los niños revelan secretos, y se deja de regar las plantas. Se pierde la brisa a favor cuando tomas caminos torcidos, cubiertos por una maleza que promete no delatarte en el supuesto de fracasar. Se percibe el miedo al descubrirte en búsqueda y captura, y los pecados te atormentan, te retuercen y desvelan en noches de invierno. Se alcanza la pena cuando crees haberla vivido y descubres que no fue, sino que es ahora, y así hasta nadie sabe cuando. El amor te sorprende en la esquina que descubre el bar que prometiste no habitar ni un instante, y tras la barra unos ojos de gata sonríen tu presencia. La ilusión... la ilusión te acompaña en cada estrofa repleta de versos cargados de tu vida enjaulada.

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