miércoles, 29 de septiembre de 2010

Haika mutil, jeiki hadi

Oye muchacho, levántate. Ya no sirve quejarse, planear huídas, cambios de dirección, ahora toca vivir al día. Que la vista no te permita ver más allá del horizonte de esta tarde, y no puedas darte la vuelta para lamentarte.
Trajes de novia, ancianos exprimiendo la sabia de vida, niñas que se alejan siendo mujeres, y tú, encarrilando esta batalla de soledades.
Ya has conocido el amor, y le has escrito:

"muéstrame la esperanza y el deseo; permíteme soñar y firmemos el contrato de invencibilidad. Convénceme de tus garantías e invítame a responderte, que me sienta partícipe, y , por supuesto, culpable. Vive sincerando sus mentiras y las mías. Desempolvemos esta bruma tarde, tanto que nos duela hasta el alma y soñar solo sea un maldito sueño. Quiéreme con las ganas de volar,píntame una casa, una calle, nombres de personas que jamás existirán, y sonríeme siempre, para que se me grabe bien dentro y el llanto sea incontenible".

Haika mutil, jeiki hadi.

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