jueves, 13 de diciembre de 2012

Buen viaje Hassam

Hassam nació hace 55 años en Sofía, la capital de Bulgaria. Como en la mayor parte de los países del este, la situación allí fue siempre complicada. Pero a la vida le pareció poco peso para cargar sobre la espalda de Hassam.
A pesar de las dificultades, a mi siempre me pareció un hombre más cercano a la media sonrisa, (esa que a mi debiera sobrarme), que al llanto desolado. Hassam se enamoró y se casó con una mujer que imagino preciosa por fuera y por dentro. Juntos vivieron alrededor de 6 años, y tuvieron un hijo, que actualmente tiene 25 años, y al que él siempre se refiere como alguien fuerte haciendo así con los hombros y tensando su rostro. Un día cualquiera viajaban los tres a no recuerdo donde en coche. Hassam conducía. En un instante todo se hizo negro. Pasaron los minutos y Hassam recobró la conciencia. Su mujer falleció al instante, a penas tenía trenta años; a su hijo tuvieron que amputarle ambas piernas.
Hassam no habla mi idioma, yo tampoco el suyo, pero somos capaces de entendernos. Para ello dibujamos figuras imaginarias y números con los dedos en el suelo y en el aire.
La vida de Hassam dió un vuelco terrible aquel día. Las únicas dos veces que me habló de ello sus ojos se tornaron vidriosos, y una lágrima recorría su rostro hasta perderse en la mugre que le abrazaba.
Así que, sin blanca, y superado por completo, dejó a su hijo al cuidado de su madre y viajó a Madrid con la esperanza de lograr mantener la única herencia que le dejó su mujer. Pero las cosas en España no eran como él había imaginado. Una esquina en cualquier calle se convirtió en su hogar, un garaje subterráneo fue su cama.
Le conocí en Enero, los dos éramos nuevos por el barrio. Nunca olvidaré su sonrisa acompañada de media reverencia el primer día que le entregué una moneda, como tratando de decirme "ojalá no tuvieras que hacerlo". Así sucedió varios días hasta que decidí sentarme a hablar con él. Al principio no se fiaba de mi "¿policia?" decía mientras me señalaba. Yo me reía, y, poco a poco, me gané su confianza. No me gustaba darle tabaco, pero era una buena excusa para sentarme a charlar con él.
A veces, hablando con él, le preguntaba que era lo que más necesitaba. Su respuesta siempre era la misma, algo caliente, "caldo" decía. Yo le compraba un café largo en el bar de enfrente, y un bocadillo. Cuando me veía llegar con la bolsa le cambiaba la cara.
La última vez que le vi fue hace cerca de una semana. Esta vez fue él quien me invitó a sentarme a su lado. Me dijo que dónde me había metido, que llevaba varios días sin verme. No supe darle una respuesta. Entonces se concentró para tratar de decirme algo. Después de repetir varias veces una palabra extraña me pareció entender Diciembre. Efectivamente. Luego dibujó con las manos un 16 en el suelo. Hassam volvía a casa. Le pasé el brazo por encima y le sonreí, y él a mi. "España kaput" dijo histérico.
 

sábado, 8 de diciembre de 2012

Efecto mariposa

¿Cuanto puede cambiar nuestra vida una decisión inconsciente? No me refiero a grandes planteamientos, sino al día a día, a pequeños instantes, disfrazados de insignificantes. ¿Alguna vez te lo has planteado? Quiero decir... ¿existe la casualidad? ¿el principio de incertidumbre? ¿o existe un lugar en el que alguien se encarga de unir caminos?.
14 de Noviembre del 2009, sábado. Día frío, llueve. Un día poco propicio para salir de fiesta. De hecho, de toda la cuadrilla, tan solo un amigo parecía dispuesto a hacerlo, probablemente alentado por la esperanza de encontrarse con alguna mujer en concreto en cualquier local de La Coruña, aunque él siempre oculta estos detalles. El caso es que mi amigo me insistió tanto que, a pesar de la desgana, accedí bajo la autoconvicción de "las noches que peor huelen son las que mejor saben". Me sorprendió la llamada de un antiguo compañero del colegio, poco o nada apreciado, para invitarme a pasarme por un garito en el que por aquel entonces trabajaba, para reencontrarnos y tomarnos algo a precio regalado. Asentí como si hablase con un loco y colgué, yo a lo mío. Se hizo de noche, y ahí estábamos, mi amigo, yo, y una botella de ron que a medida que pasaba la noche se hacía mas de cristal y menos de ron. Hasta que llego la hora de retirarse de allí y dirigirse a los pubs. Sin pena ni gloria, y encharcados por la lluvia, llegamos a la calle principal. Vi en un cartél el nombre del local al que me habían invitado por la tarde. Se lo comenté a mi amigo, y, ante el panorama de la noche, nos adentramos. Y allí estaba ella, impecable, sirviendo copas tras la barra. Pero no solo eso, sino que también estaba allí la hermana de mi mejor amigo, y nada más verme y saludarme, lo primero que hizo fue presentármela. ¿Casualidad? ¿Coincidencia? ¿Destino? No dejo de plantearme el más que probable supuesto de haber decidido no salir aquella noche desagradable, o, sin ir tan lejos, no ir a aquel garito, cosa probable sabiendo que dentro había una persona que se inclinaba más hacia el lado negativo que hacia el positivo en la balanza de amiguismo. Más incluso, que la hermana de mi mejor amigo no estuviese allí, justo delante nada mas entrar. Podía estar al fondo del local, en el baño, con sus amigas, o en otro de los cientos garitos de la zona. Pero no, estaba allí, perfectamente puesta, como esperando mi llegada. Si solo una de las miles de decisiones que crearon ese instante aparentemente normal hubiesen tomado otro rumbo, simplemente ya no habría sucedido. Ni ese instante ni millones de momentos que vendrían después condicionados por aquello.
La teoría del caos dice que el simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo. Pero, ¿es así? ¿o de no haberse producido aquel momento en aquel instante se habría producido otro semejante con las mismas consecuencias más tarde o más temprano?. Probablemente nunca lo sabré con total certeza; el caso es que, sin darme cuenta, cada vez que actúo de cualquier manera estoy cambiando el mundo.



 

martes, 20 de noviembre de 2012

Inspiración tardía

Me incluyo en la lista de aquellos que ayer esperaban algo de mi aquí. Pero hay veces que no puede ser, que por lo que sea uno no se siente con suficientes ideas, ni con la capacidad o las ganas de plasmar entre teclas lo que le lleva a la mente un día concreto.
Fue un ir y venir de intentonas, una avalancha en mi cabeza de "siempre lo mismo", aunque siempre, lo mismo suene diferente. En mis rendiciones me decía "no pasa nada, solo es otro día", en mis prontos gritaba "el día se merece algo grande". Y así pasaron minutos y minutos, entre versos forzosos y palabras que no encajaban. Entonces comprendí que el ritual no era el adecuado, y, en la calma de los días, no sentí la necesidad de bucear en mis heridas.
Pasé la noche, repasando viejos textos que me arrancaron más sonrisas que lágrimas, y en mi mente los recuerdos, por momentos, me trasladaron a lugares hermosos, al menos en su compañía. Fotos, canciones que significan mucho más de lo que dicen, guiños, discusiones absurdas, y preciosas cartas de amor. Y entonces pasó la vida, y uno se quedó, y ella se fue, y en Febrero, su nombre en mi diario ya no era el mismo. Y pasaron los meses, y pasaron los años. Y recordé nuestros miedos, "Crónica de una muerte anunciada", nuestras promesas, y vi en nuestras vidas un thriller repleto de detalles que no comprendes hasta ver el desenlace, como una explicación de todos y cada uno de los instantes que en su momento fueron simplemente sencillos.

*Con su permiso, he rescatado este poema que escribió el 24 de Abril de aquel 2010 maravilloso. Espero que os guste tanto como a mi.


Buscaba el barco un mar donde sentarse,
y encontraba en la ola una orilla donde descansar,
salía un silbido incansable
y un sonido me despertaba de tu guitarra al sonar,
lo único igual de cada día es que amanecía a la misma hora
las sonrisas se evaporaban y bailaban a solas
los momentos se disipaban y se bañaban con el tiempo
y tú y yo, observavábamos callados la danza de los sueños
que atados se soltaban y resbalaban por nuestras mentes
haciéndonos pensar, haciéndonos creer
que nuestro amor durará para siempre,
haciéndonos saber que es posible,
que el amor es como el amanecer:
que se pone cada día, y nunca desaparece.


C.C.C.
 

Feliz cumpleaños Charlotte.
 
 
 

 

jueves, 15 de noviembre de 2012

Inconformistas

Sueño que mi memoria alcanza la perfección de mis sueños. Sueño que mis sueños son sencillos y puedo verme en ellos hace ya demasiado tiempo.
A mi lado tú, me cuentas lo genial que sería que todo fuera diferente, si hiciésemos que cada segundo de cada minuto fuera digno de recordar. Los dos nos preguntamos si las personas que caminan se lo plantean, o si tan solo somos inconformistas, y no nos basta con dar gracias por amanecer, respirar y vivir.
Mujer y niña, con la inquietud del viento, y la calma y la paz de los días. Te descubro con media sonrisa, melancólica, mirando a través de la ventana del coche, hacia el cielo, esperando el vuelo en bandada de mil pájaros, como una señal que no necesita explicación.
Me gusta como tratas mis silencios, tu cara de comprensión, tu "ay Michi..." con voz entrecortada., tus toques de atención, tu manera de hacerme sentir que estas conmigo en días que pesan algo más.
Mi maestra a la guitarra, con aquella canción infantil que resultaba imposible y ridícula a la vez. Directora en la orquesta de voces que ocupaban las cintas que enviábamos a la calle Añastro, para que otros nos sintieran bien cerca.
Desde tu melena platina a tu flequillo entrecortado, desde aquella casa en el Orzán, donde cada ruído de la calle sonaba a nuestro lado, hasta las tardes de canciones duras en el sofá de mi cuarto.

(sin terminar)

lunes, 5 de noviembre de 2012

Palabras sucias

Perdonar, ¿sencillo?
Tu me clavas una espada, yo en eterna guardia.
¿Quién no ha mentido? Mayor dolor es el del asesino por saber que mató, yo me quedo la ausencia y su calma.
Maldito perdón, palabra con antecedentes de herida, ...!cuanto cuesta escupirlo! Uno debe convertirse en el otro, experto en ponerse en su lugar, sin peros, sin piedras que frenen el cauce del río.

lunes, 29 de octubre de 2012

Con media sonrisa

No creo en la casualidad cada vez que llega el 29 y salgo del portal y me giro y veo la luna más llena que nunca; aunque el cielo esté nublado ella se hace valer y elige mi primera fila. Entonces sonrío y mando besos y besos, besos y susurros que gritan "no lo olvides, somos los mejores". No creo en la casualidad cuando camino por Gran Vía y desde la ventana de un ático intuyo una mujer entre las cortinas que me espía con media sonrisa; entonces imagino la habitación repleta de notas desordenadas en la pared, una pecera enorme en el techo y humo de cachimba. No creo en la casualidad cuando vuelvo a casa y me escapo a tu portal, y al llegar me inunda la nostalgia y me mece un viento dulce desde el mar, un viento nuevo, y el cielo se abre y como un foco en un teatro, me alumbra el sol y me da calor. Entonces me apoyo en tu puerta, ¿para que llamar? ya estás conmigo aquí afuera, y la subida eterna de vuelta se me hace breve, y mis piernas flotan sobre el asfalto.

Yo, que te lloré como un niño, que me cansé de escuchar que el tiempo alivia heridas, que todo tiene un motivo, que la vida es así; yo que maldije a Dios y aún le guardo rencor, yo que te quise cada día un poco más, que te quiero como siempre, que me creí el tipo mas triste del planeta... soy capaz de encontrarte donde y cuando te necesito, tal vez no como quisiera, pero puedo sentirte, y me arrimo a un lado para hacer un hueco a tu estrecha cintura. Puedo hablar contigo el tiempo que quiera, a veces me extiendo en exceso y veo tu cara de cansancio, y me río y te abrazo, tal vez no como quisiera, pero siento calor en la espalda, y cierro los ojos, y puedo estar tranquilo. Por fin te encontré, quién sabe si es cierto o simplemente el viento cambia, probablemente nunca lo sepa, probablemente no vuelva a verte. Ya no pienso en como será, he aprendido a tenerte en el aire, y aunque daría lo que fuera por apretarte contra mi pecho, ya no tengo miedo. Estés donde estés estás a mi lado porque yo lo quiero, y no me canso de soñarte.

Buenas noches luna llena, eres luz de guía.

jueves, 18 de octubre de 2012

Mentes voladoras

Escucho "Cold water", de Damien Rice, y desde la cama me asomo a la ventana. Míralos, me gustaría saber si se plantean cada uno de sus pasos, cuantos de ellos son felices, cuantos siguen los surcos de la calle, si suben más que bajan la cabeza, si tienen pensado volar. Me gusta imaginar en uno de ellos una historia tan probable como imposible, ¿quién sabe? El hombre de la gabardina gris parece tranquilo, habito un octavo, pero percibo en sus formas calma, seguridad y fuerza interior. Se dirige al metro. Bajará cuatro niveles de escaleras y seguirá el camino al andén 1 de la línea gris. Está de suerte, en pocos segundos aparece el vagón, y por increíble que resulte está vacío y en paz. Sí, seguro que así sucede, o no... Dos paradas más allá se baja y vuelve a subir escaleras eternas. Sale a la calle y una mujer grita su nombre. Es ella. A él le cambia la cara, como si hubiese visto un ángel. Ella lo percibe y se dirige hacia él algo más altiva pero desbordante de alegría.

Un momento. Cierro la ventana. Miro hacia arriba. Quizás alguien me observa y me convierto en el protagonista de la historia de su mente. Historias que sueña.

martes, 10 de julio de 2012

Paranoia persuasiva

La vida claudica caminos que sueñan,

los mundos que existen se ocultan en nubes,

los niños son grandes si dejan la escuela,

las niñas son putas si acortan su falda.

Me muero engendrando demonios eternos,

usando motivos que nunca existieron,

besando paredes que pienso aborrezco,

me muero buscando figuras de hielo.

Momentos de niebla,

momentos de naves,

cometas flotantes o risas que tiemblan,

lugares oscuros que evocan tinieblas.

¿Donde se perdieron los motivos?

¿Cuando perdonamos su existencia?

¿Quien nos hace dueños de otras vidas?

¿Quien prefiere el polvo en las trincheras?

Morder y morder,

perder y volver,

sentir la escalada,

perderte en almohadas,

fingir que no miras lo que amas.

martes, 29 de mayo de 2012

Vida

Eres hermosa, asesina con beso de Judas, eres vida y marchitas. No confío en ti, y cada día te bailo menos el agua. Capaz de elevarme sobre nubes blancas, pero también de enjaularme en soledades amargas, de regalarme noviembres sin hielo y otoños que sueñan preceder veranos. Te quiero y te odio, no soy buen acompañante, no perdono. Proyectas en mi tu origen, siempre gracias; mas si tratas de llevarme de la mano... no lo olvides, soy eterno.

martes, 15 de mayo de 2012

Lo que queda

Se esfuma la inocencia al amanecer de noche, cuando madre se sienta en la mecedora a hacer números en libretas de papel cuadriculado, y los niños revelan secretos, y se deja de regar las plantas. Se pierde la brisa a favor cuando tomas caminos torcidos, cubiertos por una maleza que promete no delatarte en el supuesto de fracasar. Se percibe el miedo al descubrirte en búsqueda y captura, y los pecados te atormentan, te retuercen y desvelan en noches de invierno. Se alcanza la pena cuando crees haberla vivido y descubres que no fue, sino que es ahora, y así hasta nadie sabe cuando. El amor te sorprende en la esquina que descubre el bar que prometiste no habitar ni un instante, y tras la barra unos ojos de gata sonríen tu presencia. La ilusión... la ilusión te acompaña en cada estrofa repleta de versos cargados de tu vida enjaulada.

sábado, 28 de abril de 2012

Felicidades

"Por no abortar", por cuidarme, cambiarme pañales, y aguantar mis lloros. Por llevarme al trabajo para encargarte de mi, por acompañarme en la parada del autobús y por volver para recibirme la primera. Por soportar mi adolescencia, mis mentiras piadosas y no tanto. Por castigarme, por ser mi conciencia, mi despertador sin pilas, por enseñarme caminos mejores. Por entenderme, por abrazarme, por consolarme, por empujarme, siempre, hacia delante. Por hablar "demasiado", por quedarte callada, por ponerte a llorar y partirte de risa, por tantos "malditos euros". Por ser ángel custodio, por pasar inadvertida, por enseñarme tanto. Por aguantar mi indecisión, por saber lo que pienso, por mantenerte siempre firme. Por quererme y querer a quién me quiere, por ser mi ejemplo.
Felicidades madre.

martes, 24 de abril de 2012

Gracias por el empujón


Llegué a casa sobre las 11 de la noche. No sé de donde. No era mi casa, no recuerdo la de quién, pero me sentía bien allí. Me esperaban mi madre y mis hermanas mayores en la puerta. Tenían la misma expresión en el rostro que el día que se fue Charlotte. Tal vez por intuición, o porque sus miradas señalaban hacia allí, me adentré en una habitación. Giré el pomo de la puerta, la empujé, y al notarme se dió la vuelta para verme. Era ella, Carlota. Parecía cansada y desorientada. Avanzamos el uno hacia el otro y nos fundimos en un abrazo sin palabras. Sentí su cuerpo frío. Vestía ropas blancas, llevaba el pelo suelto, alborotado. La habitación tenía dos camas. Ella se acostó sobre una de ellas, yo a su lado.
"¿Que haces aquí?", le pregunté con una mezcla de alegría desbordada y sorpresa. Le pasé el brazo por encima y le acaricié el pelo.
"Aprovecha cada día, tal vez no vuelvas a despertarte", dijo susurrando, como poseída por el hielo.
"Sé que volveré a despertarme".
Me miró como tratando de decirme "no deberías estar tan seguro". Y yo no era capaz de entender nada.
"¿Has vuelto para quedarte?". No hubo respuesta, porque nadie la sabía. Nadie entendía nada.
"He hablado contigo todos los días, ¿podías escucharme?". Dijo "no" con la cabeza.
Seguí cargándola de preguntas. "¿Dónde has estado?", "¿Estás bien?", "¿Puedes verme desde allí?", y poco a poco sentí como se cerraban sus ojos. Decidí no agobiarla más. Apagué la luz de la mesilla y cubrí su cuerpo débil con mantas. Besé su frente y dibujé sobre ella la cruz del resguardo.
Abandoné sigiloso la habitación, cerré la puerta despacio, y me encontré de nuevo a mi madre y mis hermanas en el recibidor. Esta vez también estaba Blanca allí. Me dirigí a ella y la abracé fuerte mientras sentía brotar millones de lágrimas de mis ojos. Mi madre me miraba desde detrás, emocionada y con media sonrisa.

domingo, 15 de abril de 2012

Aprendiz de la palabra

Soy aprendiz de la palabra, porto un saco repleto de figuras, de lo inesperado, de mi alter ego que acarrea mis pecados, personalidades múltiples. Como principiante, mi temática es todavía corta, a penas una niña dormida, una mujer despierta, canciones, reflexiones, sueños fríos con doble fondo, versos breves como el tiempo de un suspiro, muy poco de esperanza de la mano de un sabio, nostalgia, sueños cercanos que no termino de alcanzar, lejanos que no dejo de pensar, revolución, y mi maltrecho alter ego, inocente culpable.
Un día el aprendiz será maestro.

martes, 27 de marzo de 2012

Lucas

Mi hermano condujo esta mañana un Renault nuevo, blanco como el hielo, alargado y elegante. En él me llevó hasta un lugar perdido, apartado de todo lo reconocible por mi. Quizás se me hiciera familiar algún pedazo de aquel asfalto viejo rodeado de hierba húmeda, pero yo nunca estuve allí. Se detuvo en medio de aquella carretera serpenteada, rodeada de casas ruinosas. Me bajé, y crucé hasta la explanada gris que precedía al extraño edificio al que parecía dirigirme. Empujé la puerta de cristal. Dos guardas de seguridad sentados, con gesto aburrido, levantaron sorprendidos su mirada hacia mi, y la bajaron en seguida, completa despreocupación. Atravesé uno de los tornos de acceso a la zona restringida. Y esperé allí sin saber a quién ni porqué, pero esperé sin preguntármelo.

Pasó menos de un minuto y vi acercarse al fondo del pasillo a una funcionaria seguida de un niño. Debía tener no más de nueve años, rubio, con rasgos inquietos, y, sin duda, con ausencia de todo. La mujer dijo "quince minutos" y se retiró por donde vino. Me agaché para saludar a aquel muchacho perdido. "Soy Miguel, ¿que tal estás?". "Bien", me contestó tímido. No fui capaz de comprender el motivo que encerraba al niño allí. "¿Salimos a dar una vuelta?". "Vale". Se llamaba Lucas, o eso me dijo. Poco a poco fue hilando más y más palabras. Noté que confiaba en mi. Saque del bolsillo de la chaqueta una baraja de cartas infantiles y jugamos sentados en el asfalto caliente al sol. "¿Cuánto tiempo te queda?". "Son 400 días en total". "¿Y cuantos llevas?". "Mañana hago diez".  Su rostro estaba devorado por la pena y la angustia, pero supe que mi visita añadió un punto de luz en el horizonte de su mirada. Disfrutaba a su lado, al lado de aquel pequeño desconocido. Chocábamos las manos cada vez que uno de los dos ganaba una partida, lo de menos era quién lo hacía.

Se abrió la puerta de cristal. La funcionaria gritó "¡se acabaron los quince minutos!". Nos pusimos en pie, y Lucas se aferró a mis piernas como ardiendo a un clavo. "¡No te vayas por favor!" exclamó a punto de llorar. "Tengo que irme, se ha acabado el tiempo...". "¡Prométeme que vas a volver!"."Vendré todos los días, te lo prometo", aseguré emocionado mientras retábamos las miradas.

Le acompañé hasta la puerta, y desapareció bajo aquel inhóspito edificio gris, muerto, frío y oscuro.

Lucas, yo te conocía.

martes, 20 de marzo de 2012

Timón escurridizo

Te plantas en adulto, recién pasan las ventanas de la escuela, abren tu jaula y te empujan a la libertad. Una jaula más grande. No hay más. Aspira, si quieres, a ser domador, a gobernar la manada, hasta que creas merecer que abran tu puerta. Otra opción es rendirte, destrozar el sistema, el ciclo creado. Soñarás vivir del aire, pero sin rejas. Yo propongo hacer un túnel sin salida, con dirección completamente opuesta al sol, que no te encuentren hasta que se cansen de buscarte. Convence a los tuyos, descubre lo que nadie conoce, crea, experimenta, aprende, empápate de la tierra virgen, y ríete al tropezar con los pilares de jaulas más y más grandes. Vacía los misterios hasta que el peso de los hierros haga que éstos cedan. Entonces vuelve a la superficie y observa lo que nos dieron, sin trampas ni condiciones.

sábado, 10 de marzo de 2012

Vamos que nos vamos

Dicen que cuando se cierra una puerta se abren mil ventanas. Ismael dice: sucede que a veces la vida mata y el amor te echa silicona en los cerrojos de tu casa, pero sucede también que, sin saber como ni cuando, algo te eriza la piel y te rescata del naufragio.
Hoy no miro las puertas que cerraron vendabales, lo que me arrebató la vida. Hoy no busco explicación. Hoy es siempre viernes, siento que todos me nombran, y vislumbro ángeles entre la multitud curioseando con la mirada. Hoy la vida es bella, los mendigos sonríen y les lanzo monedas. La gente camina alegre, se ayudan y preguntan "¿que tal va el día?" y contestamos rotundamente "perfecto, como el tuyo". Hoy no estoy solo, me rodea el cielo y el abrazo del mundo.
Es una revolución de humanidad y éxtasis, hoy es un buen día, el primero de infinitos. Porque la vida gira a su ritmo, y no vale la pena empujarla en sentido contrario, así que me aparto de su camino y tomo el mío sin permitirle que lo varíe. Camino erguido, a donde quiero, orgulloso de estar vivo, de ser un superviviente de otras veinticuatro horas; y me aseguro de celebrarlo por todo lo alto.
Me retiro de la batalla contra las dudas, no le dedico ni un instante; bandera blanca y a otra cosa. Hoy no importa lo que piensen, porque sé, además, que es genial. Así que te invito a sentarte a mi lado. Vamos, que nos vamos!

jueves, 8 de marzo de 2012

Insomnio ocasional

Anochece y te culpo del insomnio que dilata mis pupilas, pero nunca me atrevo a volver la foto que me observa desde el corcho. Te quiero y te odio, porque me diste el cielo y me bajaste de un empujón a ciegas, sin previo aviso, sin acuse de recibo, sin aclaración, sin despedidas.
Fuimos el lado bueno de los lunes, la resaca del domingo y las ganas de los viernes. Le dejamos los pies al amor, los brazos al futuro y el cabello sobre la almohada. Lo sentimos lento, pero fue tan deprisa que aún recuerdo la amenaza, "crónica de una muerte anunciada". Ojalá no sea así, y no lo fue porque supimos abrazarnos tan fuerte que no nos desplazó ningún viento.
Soy nostálgico, melancohólico, capaz de agarrarme a un clavo ardiendo por no soltarte al cajón del olvido. Ya no sé si te quiero, si te extraño o me muero, lo único cierto es que mi deseo al soplar velas es siempre el mismo, que haya una segunda parte, que aparezcas igual, de la mano de Dios o del polvo del Big Bang, pero exactamente idéntica, me agarres del brazo y me digas "nos vamos".

Y yo procuraré mantener la luz encendida por si se te ocurre volver de repente, "ya se que hay fuera,  inevitablemente, me está esperando una nueva mañana, como aquella nuestra, radiante y soleada".

lunes, 27 de febrero de 2012

Diecisiete - Fabián

Mi novia trabaja en un bar, y tiene carita siesta. Y cuando hago el amor con ella tan solo puedo pensar en aquella lluvia de estrellas que vi cuando tenía 17. Cuando me vengas a buscar al corredor de la muerte, y me acaricies como si fuera un perro en tu portal, habré tenido suerte. ¿Que cancion me salvará mañana de salir hasta querer que se termine el día... y despertar en una cama vacía? Tengo el corazón de metal y la mirada valiente... si me prometes que con el tiempo nada va a cambiar...me quedaré a conocerte. Y todo lo que venga detrás será una batalla pendiente, y los latidos de nuestras vidas aprenderán a sonar cada vez un poco más fuerte. ¿Que canción me salvará mañana de salir hasta querer que se termine el día... y despertar en una cama vacía?

domingo, 26 de febrero de 2012

Calmando las entrañas

Como recién despertado de un sueño que no recuerdas se sintió intranquilo. Siempre es más sencillo hablar en tercera persona y sacar balones fuera. Organizó los días de su nueva vida,convencido de que el orden era el ingrediente necesario para su receta de camino bacheado. Le sorprendió la vida, dura como el acero, sin piedad ni puntos de infllexión, y empezó a dejar de ser niño. Se terminaron las piruletas rojas y blancas, las vacaciones de tres meses, los viajes que nunca hizo con sus amigos,aquellos que siempre organizaron, los bolsillos llenos de monedas, los niños ricos con el yate de papá, y las noches de invitar a otra ronda. Asumió toda la responsabilidad y cada día que pasaba bajaba una mano a arañarle un palito en el pecho; "puedes dar más". Descubrió que ya era mayor que muchos futbolistas famosos, observó sus entornos y no quiso ubicarse en ninguno. Le encantaría volar lejos, dejar de lado la luz de las grandes ciudades, exprimir la sabia de la vida y olvidar lo mundano; trabajar para vivir; vivir para vivir. Tal vez echase en falta todas las cosas pequeñas que hacemos tan grandes, pero sabía queno hay mejor sensación que el enorgullecerse de uno mismo, sin regodearse en sus actos, sin palabrería ni más finalidad que hacer lo que te da la real gana.
Pero el mundo y su mente giraban en sentidos opuestos todavía, y solo algunas noches conseguía sincronizar perfectamente esos dos mundos tan diferentes. No le resultaba fácil asumir la idea de dejar su mundo de lado, de ser el chico diferente, el que se dió la vuelta cansado de mirar siempre al frente. Estaba demasiado aferrado a tantas cosas que no conseguía gritar su idea, aunque a veces se moría de ganas.

martes, 21 de febrero de 2012

Los versos que me roban

Nací mordiendo "Aunque tú no lo sepas", repasando los acordes de un músico italiano con letras sin flores, y agitando el cuello con la cinta de música electrónica que ponía mi hermano en aquel viejo Renault 21 de camino al colegio. Y poco a poco, entre años, melenas y granos, abrí mis puertas.

Por fin te encontré

Por fin te encontré,
como un candil brillando entre la nada,
yo era Robinson
y descubrí tus huellas en la playa.
tanto te esperé…
yo, Adán expulsado del paraíso,
tú, Eva maldiciendo la manzana,
allá donde tu viajas va mi edén.
por fin te encontré.
Te encontré por fin,
vagando por las dunas del pasado,
y sacié mi sed,
bebí del breve hueco de tus manos.
tanto te esperé…
la mirada de un niño tú me diste,
la luz de un verano que había olvidado,
el temblor que trae la primera vez...
por fin te encontré.
Ven aquí no digas nada,
no hace falta, que la noche ya
aprendió de tus silencios
y a descifrar nuestros cuerpos.
Derrumbemos las cautelas,
compañera, estoy perdido y ya
para tener miedo es tarde,
bendito azar es encontrarte.
Yo no te busqué,
y apareciste abriendo una ventana,
como un vendaval,
que trajo perfume a tierra mojada,
tanto te esperé…
yo Adán expulsado del paraíso,
tú Eva maldiciendo la manzana,
allá donde tu viajas va mi edén...
por fin te encontré.
Ahora has de saber
que me hundo en tu mirada inabarcable,
que esta aurora trae
certezas para espantar soledades...
tanto, tanto te esperé…
Y puede que el planeta se derrumbe,
que la lumbre del mundo un día se apague,
que el tiempo arrugue el alma y nuestra piel,
pero yo por fin te encontré.
Ven aquí no digas nada,
no hace falta, que la noche ya
aprendió de tus silencios,
y a descifrar nuestros cuerpos.
Derrumbemos las cautelas,
compañera, estoy perdido y ya,
para tener miedo, es tarde...
bendito azar es encontrarte.
Por fin te encontré,
como un candil brillando entre la nada,
yo era Robinson,
y descubrí tus huellas en la playa.

jueves, 16 de febrero de 2012

Destino

Suena el despertador, pronto para poder atrasarlo y amanecer a mi ritmo. Me ducho y fumo sin desayunar. Llaves, ticket de metro, cascos y a la calle. Llamo al ascensor, buenos días al portero, y aire frío. El mendigo de la esquina me saluda y le regalo un par de cigarros, y él a mi siempre la misma cara de agradecimiento, como quien quiere decirte "ojalá no tuvieras que hacerlo". Apuro la última calada y bajo las escaleras del metro de Cuatro Caminos. Adelanto a la gente, siempre con prisa, y espero dos minutos. Visualizo un escenario extraño y llega el ruído. Me subo al último vagón, y conmigo Carlos, que perdió a su mujer pronto y no pudo hacer frente a la hipoteca. Eso cuenta entre lágrimas, después se disculpa y se esfuma entre abrigos y orejeras negras. Ríos Rosas, Iglesia, Bilbao y Tribunal. Salgo en la calle Barceló, me siento de aquí, pero sin olas.

viernes, 10 de febrero de 2012

Tal vez te acuerdes de mi

Tal vez te acuerdes de mi cuando nadie suba hasta tu casa los domingos, por sorpresa, con abrazos que me robas si me descuido o me clavas la mirada, o cuando vuelvas a odiarme por quererte y se despeje el cielo y no haya nada. Y cuando escuches las canciones que nos alumbraron te acordarás de mi, encendiendo velas y apagando luces o preparando la cena o fumando en tu terraza.
Tal vez te acuerdas de mi cuando pases por mi calle, o por los lugares que escondieron los reflejos de los dos. Tal vez cuando nadie ocupe tu vera sentada en una terraza con vistas al mar, ni se escapen a buscarte por un beso, ni te cuenten historias inventadas. Y cuando llores a escondidas porque no te abrazan, y cuando solamente quieras que te quiera él, y cuando sientas celos del aire que roza su garganta, vas a acordarte de mi.
Tal vez te acuerdes de mi con el paso de los años, removiendo los cajones con papeles, y te sorprenda mi letra de niño. O desafiando el oleaje, y compadezca a la persona que entristezca tu perfil. Tal vez te acuerdes de mi cuando busques piso a medias y colchón. Y yo quizá, me olvide de ti, escapando de estrellas con tu luz.
Tal vez volvamos a vernos, y estremezcan mis canciones tu sonrisa, y no haya opción al recuerdo.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Estaciones

Subiendo a la estación por la que no para el metro mentí sobre la acera pulmones de polvo y bruma, y aplaudí tu incertudumbre. Lloras porque tienes miedo y no sabes como hacerlo, y al menos te refugias en mis abrazos, pero hiervo, te quemas y escapas sin querer curarte, al menos que no se note. Maldigo tu inocencia, continuo hasta darme la vuelta y apuro el paso. Te alcanzo al bajar del puente verde que cruza la autopista. Me abrazas y confiesas que no sabes como hacerlo, y escupes las cargas, te entiendo, y andamos.

sábado, 28 de enero de 2012

Hace un año // Amor odio

http://www.youtube.com/watch?v=N1QwXR5yAdA


Huele a niebla y aire frío. La fuente del parque tiene velas gigantes que empujan el agua hacia arriba. No encuentro la canción que me acompañe, tal vez no esté escrita.
Sobra ruído, luces y humo en esta ciudad que te engaña haciéndote creer imposible sentirse solo. Imagino la Ciudad de la Alegría y transporto su gente a mi espacio. Niños que hacen percusiones con palos de cucharas de madera y ancianos mutilados con media sonrisa, la que a mi debería sobrarme. Cantan a la esperanza aunque suene desolador, y tú aún no doblas ninguna esquina.
La copa de un árbol me esconde y espero que te asomes. Sé que no es el mejor lugar, tú sabes que éste no es el momento, y entre tanto el mundo gira. Si pudiera pedir, por favor vuelve andando, tendrás más tiempo para el amor y sus circunstancias. Existe un camino precioso que bordea la colina, allí podréis tumbaros y deciros. Pero es tarde y te vuelves recuerdos y luna menguante. Aquella noche no fue tan fría, y justo entre tu risa y las farolas desapareciste. Ismael dice que lo peor del amor cuando se acaba es que se acaba.
Escribo intranquilo, cambia mi escenario y te haré un verso. Nadie me espera, ¿qué haces mañana?, ¿terminó tu purgatorio?, ¿existe el tiempo?, ¿te marchitas de nuevo?. Puedo verte entre las ramas, no dependo de ti, no dependo del viento.
Tus fotos dlotan sobre el agua, oxidadas pero llenas de luz. "No me cansaré de pensar que estás a mi lado pero no como una sombra".


domingo, 22 de enero de 2012

Inspiration

Hoy no me apetece darle un vuelco a las cosas, retomar un camino mejor ni fijarme en llorar. El primer pitillo de domingo es una explosión de intenciones siniestras, y mientras, alguien nos observa y suspira asqueado. Hoy me apetece decirle a la chica del viejo Rover rojo que la quiero, aunque mañana pueda ser distinto. Hoy inventaré una canción y escribiré mis mejores poemas, la inspiración está en el aire y solo tengo que estirar los brazos. Hoy captaré un gran concepto creativo para la campaña de mañana y ganaremos la partida. Hoy Damien Rice inspira optimismo y mis dedos fluyen en el teclado. Hoy devoro el mundo desde el sofá de cuero de mi casa, en calzoncillos y una camiseta con manchas de tomate. Hoy me asomo a la ventana y me río de la gente y sus manías, y me leo y vomito.

martes, 17 de enero de 2012

Días que escaparon de las manos

Regresan los días que nunca vinieron, los días que escaparon entre los dedos de las manos, rodeados de falsa perfección y cargados de osadía. Mientras tanto, no deja de acercarse el 29.
Y llueven las calles, quemamos carretera y tomamos decisiones sin pensar.