Regresan los días que nunca vinieron, los días que escaparon entre los dedos de las manos, rodeados de falsa perfección y cargados de osadía. Mientras tanto, no deja de acercarse el 29.
Y llueven las calles, quemamos carretera y tomamos decisiones sin pensar.
Y llueven las calles, quemamos carretera y tomamos decisiones sin pensar.
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