sábado, 10 de marzo de 2012

Vamos que nos vamos

Dicen que cuando se cierra una puerta se abren mil ventanas. Ismael dice: sucede que a veces la vida mata y el amor te echa silicona en los cerrojos de tu casa, pero sucede también que, sin saber como ni cuando, algo te eriza la piel y te rescata del naufragio.
Hoy no miro las puertas que cerraron vendabales, lo que me arrebató la vida. Hoy no busco explicación. Hoy es siempre viernes, siento que todos me nombran, y vislumbro ángeles entre la multitud curioseando con la mirada. Hoy la vida es bella, los mendigos sonríen y les lanzo monedas. La gente camina alegre, se ayudan y preguntan "¿que tal va el día?" y contestamos rotundamente "perfecto, como el tuyo". Hoy no estoy solo, me rodea el cielo y el abrazo del mundo.
Es una revolución de humanidad y éxtasis, hoy es un buen día, el primero de infinitos. Porque la vida gira a su ritmo, y no vale la pena empujarla en sentido contrario, así que me aparto de su camino y tomo el mío sin permitirle que lo varíe. Camino erguido, a donde quiero, orgulloso de estar vivo, de ser un superviviente de otras veinticuatro horas; y me aseguro de celebrarlo por todo lo alto.
Me retiro de la batalla contra las dudas, no le dedico ni un instante; bandera blanca y a otra cosa. Hoy no importa lo que piensen, porque sé, además, que es genial. Así que te invito a sentarte a mi lado. Vamos, que nos vamos!

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